La etapa del adulto mayor comprende de los 60 años en adelante, este grupo de la población se considera vulnerable porque presenta mayores riesgos de enfermarse debido a que su sistema inmune se encuentran débil, lo cual aumenta el riesgo de infecciones y desnutrición.
En esta etapa de la vida ocurren cambios que afectan la alimentación, metabolismo y actividad física, por ello es importante tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Se debe llevar una alimentación equilibrada y variada para evitar deficiencias y mantener el peso. No hay alimentos prohibidos a menos que generen alergias o se tenga alguna intolerancia.
- Incluir proteína en sus comidas como, por ejemplo: pollo, huevo y quesos.
- Incluir una adecuada cantidad de fibra, consumiendo suficientes frutas y verduras todos los días.
- Acompañar las comidas con alimentos fuente de vitamina C como: limón, naranja, mandarina, piña, limón, fresas, kiwi, brócoli, tomate, sandía, repollo.
- Incluir por lo menos cuatro vasos de agua al día; también puede agregar infusiones de té y atoles.
- Evitar el consumo de bebidas gaseosas y con contenido de alcohol.
- Realizar actividad física ligera (caminatas, trabajar en el jardín), le ayudará a sentirse con más energía, mejorar la fuerza muscular y prevenir la pérdida de masa muscular.
La preparación de los alimentos es importante debido a que el adulto mayor puede presentar dificultad para comerlos. Se recomienda ofrecer vegetales picados o cocidos, frutas suaves como papaya, naranja, banano o pueden presentarse en forma de licuado o puré. De igual manera, se sugiere que consumir carnes suaves, cortadas en trocitos o molidas.